1) Conocer (diferenciar) nuestras emociones y las de nuestros hijos y personas que nos rodean.
2) Aprender
a expresar adecuadamente las emociones, sin dramatismos, sin formas explosivas:
reír, llorar, enfadarnos, etc.
3) Aprender
a no negar nuestros sentimientos, sino a canalizarlos de forma apropiada.
4) Gestionar
de forma positiva las emociones.
5) Desarrollar
y fortalecer la autoestima, comenzando por una decisión, la aceptación
incondicional, “no me voy a insultar”, “no me voy a maltratar”, ocurra lo que
ocurra.
6) Comprender
a cada uno desde su momento evolutivo y su situación personal.
7) Desarrollar
la escucha activa. Hay dos orejas y una boca para escuchar más de lo que se habla.
8) Desarrollar
la empatía. Hacerse siempre la siguiente pregunta: ¿Si yo fuese el otro, cómo
probablemente me sentiría?
9) Aprender
a ponernos límites y a poner límites a los demás. Aprender a respetarnos y a respetar.
10) Aprender a comunicarnos asertivamente. Búsqueda
de acuerdos, de entendimiento, ofrecer alternativas.
11) Aprender a ser vehículos de comunicación
emocional adecuada en nuestros entornos sociales. Educamos y nos educan.
12) Aprender a vivir en positivo, pero siendo
realistas.
Ejercicio: Durante 5 o 10 minutos escribe lo siguiente:
1) Identificación:
¿Cómo me siento?
2) Usar:
¿Cómo me quiero sentir?
3) Entender:
¿Por qué me siento como he puesto en el punto 1?
4) Manejar:
¿Qué puedo hacer (acción) para sentirme como me quiero sentir en el punto 2?
El hacerte estas preguntas en los momentos en que
percibes las señales emocionales, te ayudará a gestionarlas de forma adecuada.
Espero te sirva para gestionar tu vida emocional.
Un abrazo.
Juan Fernández Quesada.
Pues la verdad que yo lo he probado y es tremendamente útil.
ResponderEliminarGracias Juan siempre es un placer.poder seguir aprendiendo
ResponderEliminarQuerido Jesús: Eres de los seres que he conocido con una gran sensibilidad y entrega. Tenemos todos que aprender mucho de ti, de tu modelo de persona. Eres pura expresión de amor. Gracias. Un abrazo inmenso.
ResponderEliminarIsabel, gracias por poner en práctica lo comentado. Un besín.
ResponderEliminar¡Hola Cristina! No creas que el que va rápido al final llega más lejos. Si vas poco a poco, vas muy bien. Un besín.
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